El cannabidiol o CBD es uno de los cannabinoides más conocidos de la planta del cannabis. En este sentido, el principal motivo de su fama bien ganada es que ha demostrado ser un compuesto natural muy efectivo en el tratamiento de las más diversas patologías, pero ¿puede realmente el CBD ayudar a en el tratamiento de una enfermedad mortal como el cáncer? Vamos a averiguarlo juntos a lo largo de este contenido. 

Eso sí, antes de adentrarnos de lleno en la relación existente entre el CBD y el cáncer, primero tendremos que explicar en qué consisten cada uno de estos elementos.

¿Qué es el CBD y en dónde radica el secreto de su efectividad?

El cannabidiol o CBD es un cannabinoide no psicoactivo presente en el ADN de la planta de cannabis, especialmente en la versión industrial del cáñamo. Así, estamos frente a un cannabinoide que, una vez extraído y tratado en condiciones de laboratorio con el objetivo de que pueda ser consumido de manera sintética por los usuarios, ha mostrado ser bastante provechoso en el tratamiento de distintas patologías: desde las más cotidianas, como el dolor muscular, hasta las más complejas, como el Parkinson o la Epilepsia. 

El motivo por el cual un solo compuesto es capaz de coadyuvar en el tratamiento de tan disímiles dolencias y enfermedades radica en la relación armónica que mantiene el CBD con el sistema endocannabinoide de los mamíferos. Logrando así que el cuerpo genere respuestas efectivas ante estas enfermedades, sin crear ningún tipo de efecto secundario negativo. 

¿Qué es el cáncer y por qué resulta tan difícil de tratar?

Lo primero que hay que entender cuando hablamos de cáncer, es que no existe un solo tipo de cáncer, ya que esta enfermedad puede afectar cualquier órgano de nuestro cuerpo. No obstante, lo que en líneas generales es común a los diferentes tipos de cánceres es que el cuerpo comienza a generar un número desproporcionado de células, lo que termina por desequilibrar el correcto funcionamiento de nuestro organismo. 

Así, en la medida que el cuerpo se ve sobrepasado en sus posibilidades para controlar la formación de nuevas células, termina por generar una masa amorfa conocida como tumor. 

De igual forma, una de las consecuencias más peligrosas del cáncer es que si no es tratado de manera prematura, se corre el riesgo de que el tumor siga creciendo de manera desproporcionada y, en consecuencia, las células cancerígenas se extiendan al resto del cuerpo haciendo más difícil su tratamiento.

Los tratamientos tradicionales del cáncer y sus efectos secundarios

El cáncer es una enfermedad potencialmente mortal que afecta día a día millones de personas alrededor del planeta. Por suerte, con el avance de la ciencia y la tecnología cada vez existen tratamientos más sofisticados que ayudan a paliar, controlar e inclusive eliminar la aparición de estas células malignas. 

No obstante, no menos cierto es que los tratamientos tradicionales contra el cáncer suelen generar efectos secundarios severos, creando en algunos casos consecuencias de por vida, producto de la acción radical del tratamiento no solo contra las células malignas, sino contra todas las células del cuerpo en general. 

Y es precisamente por ello que en los últimos años cada vez son más los médicos y científicos que se encuentran abocados a conseguir una solución alternativa que pueda ser igual o más efectiva como tratamiento contra las células cancerígenas, pero con un menor riesgo de generar efectos secundarios indeseados. 

El CBD como tratamiento paliativo en procesos de Cáncer. Ánimo!!!

El cannabis como tratamiento alternativo contra el cáncer

Las primeras investigaciones médicas oficiales que intentaron explorar la posibilidad de utilizar el cannabis como un tratamiento alternativo contra el cáncer se centraron en la utilización del tetrahidrocannabinol (THC) como mecanismo de control ante el crecimiento descontrolado de las células malignas. 

Así, estos primeros resultados fueron francamente positivos. No obstante, dado que el THC es el principalmente compuesto psicoactivo de la planta del cannabis, su uso como agente directo en el tratamiento de esta terrible enfermedad ha quedado proscrito en la mayoría de los países del mundo a excepción de aquellos lugares donde se ha podido avanzar en las leyes que permiten el uso del cannabis medicinal para el tratamiento de ciertas patologías. 

Los avances en los estudios del CBD como tratamiento contra el cáncer

Algunos años después de los primeros descubrimientos positivos sobre el uso del THC contra la proliferación de tumores malignos, un grupo de científicos decidido explorar también la posibilidad de utilizar el CBD en el tratamiento de esta enfermedad potencialmente mortal.

En esta oportunidad, los resultados parciales de las primeras pruebas pilotos arrojaron que el CBD podría ayudar a reducir la aparición de células malignas, lo que ralentiza el crecimiento de los tumores cancerígenos. Asimismo, el CBD tendría la capacidad de reducir las náuseas de las pacientes producidas por las sesiones de quimioterapia, la sensación de dolor y la inflamación muscular. Todo esto sin apenas generar efectos secundarios, lo que ha llamado de manera especial la atención de todos los investigadores.

El CBD no crea efectos secundarios al utilizar contra el cáncer y otras enfermedades

Al no ser un compuesto psicoactivo, el CBD, a diferencia de su hermano genético el THC, tiene la ventaja de no generar ningún efecto secundario asociado al uso de las drogas recreativas. Lo que significa, sin más, que el CBD no genera ninguna sensación de “colocón”, dependencia, efectos de abstinencia, ni mucho menos.

De igual forma, como tratamiento directo sobre las células cancerígenas, el CBD ha demostrado tener la capacidad de atacar única y exclusivamente las células malignas, dejando intactas las células benignas, el cerebro y el resto de los órganos de sus pacientes. Elemento central que lo diferencia de manera radical del resto de los tratamientos tradicionales que suelen afectar la mayor parte de las células sin discriminación, generando graves efectos secundarios. 

Así, gracias a los avances investigativos y la proliferación de nuevas leyes que poco a poco van permitiendo el uso del cannabis medicinal y del CBD en el tratamiento de diversas patologías, vamos conociendo nuevas alternativas que nos permiten tratar patologías severas que hasta ahora o no han encontrado soluciones efectivas o las soluciones existentes suelen generar graves efectos secundarios.