Las flores de CBD están compuestas por cogollos de distinto tamaño: los de mayor talla se sitúan en la parte superior de la flor (los habituales de La Cordobesa), mientras que los pequeños están en la parte inferior. Estos cogollos de CBD han crecido menos porque, probablemente, han recibido algo menos de luz o nutrientes durante el cultivo. En la naturaleza pasa como en la vida: algunos pegan el estirón y se convierten en los primos de Zumosol, y otros son menuditos y graciosos, a causa de la genética o alimentación. La pregunta que nos hacéis a menudo en este sentido es: con los cogollo de CBD, ¿el tamaño importa?
Los cogollos pequeños de una flor de CBD presentan el mismo aroma y propiedades que sus homólogos grandes, pero, ciertamente, pueden poseer una concentración de CBD y otros cannabinoides ligeramente inferior. No ocurre siempre. Hay algunas variedades que, por genética, tienden a generar cogollos más menuditos, pero súper potentes, como es el caso de La Cordobesa Limonera. Otras, por el contrario, dan cogollos grandes por naturaleza, como nuestra última cosecha de La Cordobesa Helada.
Sin embargo, ante el riesgo de que los cogollos de CBD pierdan concentración de cannabinoides en su versión mini, en ProfesorCBD los ofrecemos a un precio reducido, en packs de 15 o 30 g, a 2€/g (oferta temporal). Una oportunidad fabulosa de probar flores de 9€/g por menos de una cuarta parte de su valor. Como verás, si el tamaño importa o no se convierte en una cuestión relativa.
El resto de las partes de una planta de cáñamo son tallo, semilla y hojas.
Ahora, hablemos del origen: cogollo español gana a cogollo suizo
Independientemente de su tamaño, el origen de los cogollos de CBD sí importa. Nuestra recomendación es que te decantes siempre por cogollos de CBD de España, Italia o Portugal, donde se cumplen los mayores estándares de calidad. Los cogollos de CBD de origen suizo que actualmente abundan en el mercado destacan, por el contrario, por su opacidad. Las analíticas, ininteligibles, son demasiado simples y de laboratorios irreconocibles: es importante que tus cogollos de CBD vengan acompañados de una analítica exhaustiva de un laboratorio independiente que encuentres a golpe de Google, como ocurre con nuestras flores de CBD de cultivo español. Ese oscurantismo del cogollo suizo, cada vez más frecuente en Europa por las facilidades del Gobierno suizo en torno a su cultivo, se replica en los métodos de producción. Leerás, a menudo, que la flor de CBD de origen suizo es de cultivo greenhouse: en invernadero, con luz natural. Sin embargo, los invernaderos suizos no son los espacios pequeños y controlados en los que se cultiva CBD en España, Italia o Portugal, sino naves inmensas donde factores tan importantes como las plagas o grado de humedad son, prácticamente, imposibles de controlar.
En conclusión, es importante que sepas que no todos los cogollos de CBD son iguales. Y que, precisamente, el tamaño no es la característica que más los diferencia. El cáñamo es una planta que, como todos los productos vegetales, absorbe del suelo en que se cultiva parte de las sustancias allí presentes. Por ello, es necesario que tus flores de CBD provengan siempre de cultivo orgánico, con semillas certificadas por la Unión Europea y analíticas de cannabinoides disponibles. Todas las flores La Cordobesa responden a esos estándares.
A la vista y al tacto, un cogollo de CBD destaca por ser rico en tricomas o pelillos (es señal de que abundan los terpenos -sustancias responsables del buen aroma de las plantas y con sus propios beneficios extra) y presentar una textura crujiente y pegajosa.