El CBD es una sustancia 100% segura y no psicoactiva, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La inminente regulación del cannabis medicinal en España es sólo un gesto más en la misma dirección: el reconocimiento de los efectos terapéuticos de la maravillosa planta del cannabis. Sin embargo, como siempre os decimos, nuestros productos no son medicamentos, por lo que nuestro consejo es que, ante cualquier duda que tenga que ver con tu salud, vayas directamente al médico. Dicho esto, los únicos problemas de salud que los científicos han documentado hasta ahora por el uso de derivados del CBD, se han observado en ratones que han recibido 2.400 mg de CBD por kilo de peso corporal, así como en algunos niños con epilepsia que tomaban 1.000 mg de CBD junto con otros medicamentos anticonvulsivos. En ambos casos, se trataba de dosis gigantescas: el equivalente a varios de nuestros tarros de aceite de CBD en el primero y uno entero del 10% de CBD, junto a otros medicamentos, en el segundo. El efecto adverso consistía en el aumento de las transaminasas en el hígado, con su riesgo asociado de problemas hepáticos. Si tienes las transaminasas altas, consulta con tu doctor si puedes usar CBD.
En pequeñas dosis, los médicos no han encontrado efectos adversos graves en el uso diario de CBD. Hay estudios que documentan que el cuerpo humano puede llegar a tolerar una dosis de 1.500 mg de CBD perfectamente. Nuestra recomendación, sin embargo, está muy por debajo de eso: aquí tienes una calculadora de gotas, según el porcentaje de tu aceite de CBD hakunaOil, elaborada en base a estudios de biodisponibilidad realizados en países donde la ingesta directa sí está regulada, así como con el feedback de nuestros clientes. La dosis media suele rondar los 18,5 mg diarios de CBD: extremadamente lejos de cualquier situación de riesgo.
Un producto seguro de CBD para el bienestar ha de tener menos del 0,2% de THC, por lo que es importante exigir siempre una analítica de producto. Que el cannabis sea natural no lo convierte en algo bueno per se: hay muchas sustancias naturales con potencial tóxico. De ahí, la importancia de adquirir siempre tus productos de CBD en tiendas transparentes y con garantías de confianza.
El CBD sí puede interactuar con medicamentos, sobre todo en dosis superiores a 100 mg/día, como recoge la doctora Dani Gordon, médica de Medicina Integral en Reino Unido, en su libro La Biblia del CBD. Sigue siendo una dosis muy elevada (equivale a 32 gotas de un aceite hakunaOIl 10% CBD, por ejemplo). De todas formas, nuestro consejo es aplicar el principio de precaución: en caso de estar medicándote, consulta con tu médico si puedes usar CBD.
Para la mayoría, los efectos secundarios de dosis pequeñas de productos de CBD de cáñamo son prácticamente nulos, aunque una minoría más sensible a la sustancia sí puede sentir algún efecto adverso, normalmente temporal. Estos son los que recoge la doctora Gordon en su libro/investigación:
1. Mareos por bajada de presión sanguínea baja. El suave efecto vaso-relajante del CBD puede provocar mareos en persona con la presión sanguínea baja. Si es tu caso, te recomendamos que lo consultes con tu médico, ya sea para dejar de usar CBD o, simplemente, disminuir la dosis.
2. Somnolencia. Algunos usuarios llegan a reportar somnolencia tras el uso de CBD, aunque son casos documentados tras una dosis única de 30 mg y no problemáticos. Según la doctora, tiene que ver más con la presencia del terpeno mirceno que con el propio CBD. Para estos casos, es aconsejable el uso de aceite de CBD aislado (cannabidiol en su base oleosa y nada más). En ProfesorCBD, tenemos el aceite de CBD hakunaOil con aroma a menta. También disponemos de Charas La Cordobesa 0% THC.
Otros efectos secundarios leves del uso diario de CBD que muestra la encuesta Cultivating Wellness, de Project CBD, son: sequedad de boca (le sucedió al 18% de los participantes y se puede paliar con un simple chicle sin azúcar), cansancio (12%), ojos cansados (5%) y aumento del apetito (5%). La Fundación Canna añade a la lista la posibilidad de padecer estreñimiento. Algunos de nuestros usuarios también nos han informado de la aparición de pesadillas durante el sueño, aunque suele ser pasajero y no se debe exactamente al CBD, sino a que, al dormir mejor, se tienen sueños más lúcidos y profundos que se recuerdan al día siguiente (lamentablemente, no todos nuestros sueños son buenos).
En cualquier caso, estos efectos adversos ligeros dependen siempre de la persona, el tipo de formato elegido o incluso el momento del día. Aquí tienes un test para saber elegir el formato de CBD más conveniente para ti.
Pueden existir otros efectos secundarios provocados por productos de CBD de baja calidad, ya sea porque tienen más THC del 0,2% o porque están contaminados con sustancias absorbidas por el cáñamo en suelos deficientes, como mercurio o plomo. Por ello, es importante que tus productos de CBD siempre vengan acompañados de analíticas de laboratorios y un sello de cultivo orgánico. En conclusión, no elijas CBD, elige buen CBD.
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